martes, 17 de marzo de 2009

Paseando por la ciudad de las baldosas amarillas...


Aún no controlo demasiado el universo blog, que si etiquetas, entradas, visitas... luego bicheando por la red encuentro auténticas obras de arte que ni por asomo se parecen a mi espacio, humilde, sencillo, pero mío a fin de cuentas. Y como andan las cosas en la era del cataclismo económico, presumir de tener algo en propiedad no está al alcance de todos. Vale, vale entiendo que me estoy pasando un pico, hoy en día hasta el más pintao tiene blog, myspace, facebook... Pero bueno, bueno nada de desviarse del tema, yo hoy iba a contaros algo, porque hace un ratillo, consultando otra de las cosas que a día de hoy si no la tienes no eres nadie (EFECTIVAMENTE el correo electrónico!!!!) me ha llegado un mail muy particular.

Este sábado 21 de marzo (aprovecho para recordar que apenas faltan ocho días para mi cumple) a las 12.00 de la mañana, tendrá lugar en la Alameda de Hércules (en las columnas, junto al recién bautizado big ben hispalense, menuda guasa), un evento que las escuelas de interpretación de la ciudad han tenido a bien llamar Reflectáforas de primavera.

Por si no os ha quedado claro, el palabro procedente de la conjunción de las palabras reflejo y metáfora, como bien nos aclara el email, pretende ser un encuentro en el que dejar libre la imaginación así como unirte si participas en una de las cinco categorías que predica.

Ya sé que la elección del nombre quizás no sea muy acertada, a mí me ha hecho tanta gracia como ese documental acerca de seres más o menos mitológicos donde hablaban de calafantes (mitad calamar, mitad elefante) y demàs mestizajes imposibles. Pero a lo que iba tras ver en youtube de que iba el tema me he dicho ¿por qué no solidarizarnos con este tipo de iniciativas? Ya sabemos que la primavera la sangre altera así pues, porque extraña razón no íbamos a asistir al despelote físico-emocional de unos cuantos, una iniciativa ciudadana partidaria del buen rollo y la empatía a go-go.

De acuerdo no sé si iré, pero será más por cuestiones formales que de contenido, pero al que se anime que participe y disfrute. Aquí dejo el enlace por si queréis echar un vistazo:





lunes, 9 de marzo de 2009

Lo importante es participar...

Este texto lo envié para un concurso literario de cartas de amor, yo sabía perfectamente que no lo ganaría, a pesar de que a mi mi carta me molaba cantidad. Pero lo que no podía ni imaginar es que el premio se lo llevaría una carta que hablaba de la relación platónica entre dos amantes de los fósiles. A mi me pareció un pelín plomo, incluso me gustó muchísimo más una de las finalistas, pero que le vamos a hacer, nunca llueve a gusto de todos. Ahí dejo esto por si alguien lo lee y le mola.

CARTA DE UNA AMANTE EXTRAVIADA (texto para el VIII concurso Antonio Villalba de cartas de amor).

Galán de noche,

Desde que nos conocimos supe que nosotros seríamos los eternos amantes. Y me forcé a sentirme atraída por ti. Primero fue esa imagen tuya de niño desaliñado y después fueron los grandes momentos etílicos de tu primera juventud y mi falsa ascensión al mundo de los adultos. Yo que me creía tan liberal y experimentada sigo sintiendo el terrible vértigo al descubrirme una nena del parvulario ante la vehemencia de mis propios sentimientos. Tú me conoces y me intuyes, y sabes que es lo que quiero oír. Esas luchas donjuanescas a lo largo de los años al final han dado un resultado que ni a ti mismo impresiona y al que ni siquiera prestas atención.
Ambos aprendimos que compartiendo,las horas pasaban deprisa y el tiempo hacía las despedidas eternas y fugaces al mismo tiempo. Siempre, todas las veces que nos hemos encontrado he intentado hacer un ejercicio de memoria sensitiva tiránico. Porque recrearme en tus besos y en ese sexo inesperado e indebido ha alimentado horas y horas en todo este tiempo en el que no nos hemos vuelto a ver.
Pero no puedo negar que cuando vuelva a encontrarme contigo todas esas cosas que creíamos superadas (de nuevo harán falta cientos de copas para que estallen los cuerpos) volverán a instalarse en cada una de mis palabras, en los gestos y en las risas forzadas. Yo no me atreveré a lanzarme directamente a besarte porque temeré el rechazo y me sentiré ninguneada ante tu nueva conquista. Nunca nos debimos fidelidad, pero siempre nos hirieron nuestras otras relaciones. Hubo un tiempo en el que aplacamos esa atracción que yo me empeño en tildar de animal e instintiva, cuando en realidad ese poder que me otorgan tus palabras y tus miradas es el que me gustaría disfrutar día tras día en tu luminosa habitación. La soltura con la que volteas mi cuerpo y la manera en que mi piel se convierte en el más apacible de los vestidos no hacen sino potenciar esta absurda relación que existe entre nosotros. Conseguimos crear una pompa en la que durante horas no tenemos más que ojos, manos y fantasías para el otro. La respiración acompasada y esa forma en la que nos transformamos en belleza, el baile sin máscaras de un juego en el que nos seducimos y sorprendemos al mismo tiempo me hacen creer a veces que estoy realmente obsesionada contigo. Me trastornas, sé que no es amor, que no quiero convertir tus abrazos en rutina, pero el desasosiego con el que vivo cuando no te embeleso me hace sentirme extraviada, a ciegas en una ciudad sin luz.
Podrías explicarme ¿por qué vuelves a mi cuando el desencanto por la chica de turno comienza a dejarse ver? Es entonces cuando volvemos a recrearnos en ficciones en las que osamos decirnos todas esas locuras que pasan por nuestra cabeza cuando estamos juntos. Cuando decimos que nos encantaría viajar de la mano por el rocambolesco mundo de la familia, y celebrar ante los ojos de todos nuestro redescubierto amor.
Sinceramente somos estúpidos. Nos encanta jugar al perro y al gato, decir una cosa cuando en realidad sabemos que ansiamos lo contrario. Y yo me siento abrumada, embebida de una locura transitoria, achispada y sonriente; pero que absurdo es el daño que nos inflingimos, creemos nuestras propias mentiras siempre amparados por una excusa para vernos.
A pesar de ese abismo de consumadas dudas y extraños anhelos sigo teniendo la certeza de que volveremos a estar en brazos del otro. Y es que, amigo mío, es precisamente la duda la que me tiene amarrada a ti. Y me atrevo a decirte que si jamás te dije te quiero es porque nunca lo sentí. ¡Felicidades!.



La resolución del susodicho concurso podéis encontrarla en la web www.escueladeescritores.com, por si os apetece bichear un poco.
Feliz comienzo de semana!!!!

lunes, 2 de marzo de 2009

La violencia de la moda


¿Cuántas veces paseando nos hemos encontrado con la mirada fija y escrutadora de un interlocutor insolente? Para quienes gozamos plantarnos una pamela veraniega con tanta naturalidad como un japonés un kimono o sor maría un hábito, es molesto hasta la agresión el sentirnos observados como animales de feria (los mismos derechos compartimos La mujer barbuda y yo). Para quienes gustan ponerse un chándal y calzarse unas deportivas como si de unos Melissa se tratase también tiene que ser harto partepelotas ser juzgados como outsiders del buen gusto. Para quienes no les apetece afeitarse en días, meses, años y son increpados como extraños seres mitológicos, también resultan falaces e impertinentes las licencias que el prójimo, ignorante y corto de miras se permite. ¿Qué sentido tiene que algo tan natural como puede ser un jersey, una falda o unos leotardos pueda generar en el de enfrente comentarios ofensivos o burlas fuera de lugar? Es que los que se erigen en jueces de lo que es normal y lo que es payasístico no tienen espejos en casa. No tienen ese pequeño motor que huye de prejuicios y apuesta por la empatía.

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra... Y como todo lo que nos horrorizaba en el pasado vuelve pisando fuerte me apunto al blazer oversize. Modeleando que son dos días!
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